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Proyecto Polígono de Villaverde/ Taquen: “El arte urbano puede regenerar espacios urbanos deteriorados”

El artista plástico Taquen es uno de los siete finalistas del primer concurso de mural y escultura desarrollado por el Ayuntamiento de Madrid y financiado por el Foro de Empresas por Madrid con el objetivo de impulsar la transformación del polígono de Villaverde.

Gonzalo Martín Domingo, de origen gallego asentado en Madrid y más conocido como Taquen, lleva desde muy joven descubriendo el lenguaje del arte urbano, tanto en la calle como en la academia. Realizó la carrera de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y su carrera se ha consolidado sobre todo con el `street art’ y los murales. Murales como el que se presentó al primer concurso para transformar el polígono de Villaverde en el distrito de Villaverde. Un ambicioso plan del Ayuntamiento de Madrid que fue apoyado por el Foro de Empresas por Madrid y que ya empieza a ser una realidad. En esta entrevista nos cuenta qué le ha inspirado para realizar su mural.

¿Cuál es la idea que se transmite en tu propuesta de mural/escultura?

Hablar de futuro, igualdad y respeto es hablar de la mujer, de su rol en la sociedad y sobre todo de su papel, altamente degradado, en el Polígono de Villaverde. Por desgracia, actualmente es demasiado habitual encontrar en muchos lugares del polígono mujeres explotadas y obligadas a ejercer la prostitución por parte de mafias. Son en su mayor parte jóvenes, con toda su vida por delante pero que no han tenido la oportunidad que merecen.

Hablar de futuro es hablar de su mirada. Una mirada hacia adelante, potente y llena de intención. Una mirada acompañada en la misma dirección por el vuelo de una bandada de golondrinas. Estos animales migratorios típicos de Madrid, representan el final del invierno y la llegada de la primavera y del buen tiempo, o lo que es lo mismo, un nuevo comienzo y muchas oportunidades. Son animales que hablan de libertad a través de su movimiento y del futuro por su significado y simbolismo.

Esta propuesta pretende abordar el tema seleccionado desde un punto de vista metafórico mediante el vuelo de las aves. Y también desde un punto de vista más directo por medio del retrato de una mujer joven.

No siempre el arte urbano se ha impregnado de la naturaleza, las relaciones humanas e incluso las de los animales para transmitir un mensaje. ¿Por qué en su obra sí? 

Desde pequeño y gracias a tener la oportunidad de pasar largos veranos en un pequeño pueblo de Burgos, fines de semana y la mayor parte de las vacaciones, me fui aficionando poco a poco al campo, a la montaña, al río, a los animales… En definitiva, me fui acercando a la naturaleza y disfrutando de ella, acompañado siempre amigos y familiares. Desde entonces y aun viviendo en Madrid trato de seguir pasando la mayor parte de mi tiempo libre en ella, sobre todo en la montaña. Es el lugar en el que me siento realmente conectado conmigo mismo y con mi entorno, donde practico deporte, donde sigo disfrutando y aprendiendo. He comprendido que una sociedad alejada de la naturaleza es una sociedad equivocada. Como seres humanos debemos entender que formamos parte de ella, que tenemos que volver a conectarnos y convivir con ella, respetarla y valorarla, y así quizá podremos empezar a cuidarla de nuevo.

Otro elemento muy importante en mi obra es el movimiento, herramienta o medio que utilizo en mi día a día para aprender y para conocer. La naturaleza está siempre en movimiento, en constante cambio. Es por todo ello que, de forma totalmente natural y orgánica, utilizo todos estos elementos en mi trabajo para hablar de temas sociales, relaciones humanas o de la propia naturaleza, animales o plantas.

Las aves, por hablar más específicamente de ellas, toman mayor protagonismo en mi obra de forma simbólica y representan tanto el movimiento del que hablo como, de forma metafórica, otros aspectos relacionados con el ser humano como son los movimientos migratorios, los cambios, las relaciones, etc.

¿Qué supone el arte urbano para la regeneración de los espacios de las ciudades?

Considero el arte urbano como una herramienta muy potente para el cambio positivo, capaz de transformar espacios públicos o que están en la calle y pueden ser disfrutados de forma gratuita por el espectador, y a la vez, acercar la cultura y dar pie a la reflexión del espectador de forma espontánea y libre, sin necesidad de visitar museos, galerías o espacios dedicados exclusivamente al arte.

Como herramienta de cambio, puede regenerar espacios urbanos abandonados o en deterioro, devolver la identidad o generar una nueva, crear diálogos y recuperar comunidades que han podido desaparecer por causa de la individualización cada vez más notable en nuestras sociedades. Además, a través de la participación ciudadana y el trabajo colectivo, somos capaces de generar sentimientos de orgullo y pertenencia que, a corto y medio plazo, hacen que estas comunidades puedan volver a revitalizarse, a unirse y a recuperar tanto los espacios como sus relaciones en torno a ellos. Volver a hacer del espacio urbano un lugar compartido y respetado, valorado y generador de redes de comunicación y unión entre las personas que lo habitan.

También empuja al espectador a la reflexión puesto que suele tratar temas tanto políticos como sociales, crítica o reflexivamente. En definitiva, es una herramienta ideal para comenzar y apoyar paralelamente los cambios positivos en los espacios urbanos y comunidades.

¿Crees que una iniciativa así tendrá un efecto llamada tanto para más empresas que cedan sus fachadas como para desarrollarlo en otro espacios de la ciudad?

Sí, definitivamente sí. Al final lo más complicado suele ser el comienzo, la primera semilla. Nos cuesta empezar un cambio, abrir paso a algo nuevo, pero una vez ese paso se ha dado y se empiezan a notar los efectos tanto estéticos y visuales como sociales, es muy fácil que otras comunidades, ciudades, barrios, proyectos y empresas se sumen a este tipo de iniciativas, bien cediendo sus espacios para ser intervenidos como solicitando o promoviendo este tipo de iniciativas en sus calles.

Por experiencia puedo decir que siempre suele ocurrir así. Mientras trabajamos en los murales suelen acercarse personas curiosas preguntando por cómo o con quién podrían hablar para ceder sus fachadas o interesarse directamente por el proyecto.

¿Cómo crees que interpretan los ciudadanos que ven tu mural en el Polígono de Villaverde?

Suele ser muy complicado saber cómo el público va a interpretar una obra y, siendo tan heterogéneo mucho más. Espero al menos que la interpretación sea siempre en tono positivo, que ayude o incite a la reflexión sobre la imagen de la mujer dentro del polígono y, dentro de lo posible, ayude a esa sensación de esperanza para el futuro. Me gustaría que lo tomarán como suyo y esto hiciera crecer ese sentimiento de pertenencia al lugar, de orgullo. Entiendo también que habrá parte del público para el que pase inadvertido o genere indiferencia debido a no ser una pieza excesivamente llamativa o que busque directamente su atención.

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