El papel de las fundaciones en la sociedad

El papel de las fundaciones en la sociedad

Las fundaciones tienen un papel esencial en la sociedad. Esta fue la temática del programa de Compromiso Madrid de la semana pasada, en la que participaron representantes de la Fundación Endesa, la Fundación Reale y la Fundación Mutua Madrileña, todos ellos miembros del Foro de Empresas por Madrid.

Y es que -simplemente ateniéndonos a una cuestión de financiación de proyectos- el dinero que movilizan las fundaciones en España para la mejora de la sociedad anualmente supone más de lo que el Estado dedica a políticas activas de empleo y casi el doble de lo que se destina a sanidad.

 

“No podemos esperar que el Estado resuelva todos nuestros problemas”, asevera Carlos Gómez-Múgica, director de la Fundación Endesa, y justifica que “la iniciativa privada, con otros criterios, puede llegar a conseguir llegar a donde el Estado no puede”, por no tener capacidad de encargarse de asuntos tan específicos como pueden ser, por ejemplo, las enfermedades poco comunes. En este caso, sugiere que “a una fundación siempre le será más fácil cumplir objetivos y conseguir resultados que de otra forma serían imposibles”.

 

En este sentido, Teresa Campos, gerente de la Fundación Mutua Madrileña, opina que las fundaciones tienen además una ventaja sobre el Estado, que es que pueden plantear proyectos de larga duración, pues no tienen la urgencia del sector político. “Esto no significa que estemos parados, pero sí que podemos permitirnos mirar a largo plazo” y obtener, por tanto, resultados diferentes.

 

 

Fundaciones y asociaciones, ¿en qué se diferencian?

 

 

Aunque las fundaciones y las asociaciones son ambas entidades sin ánimo de lucro y comparten características como, en muchos casos, sus fines y sus procesos de trabajo, se diferencian principalmente en la forma en que están constituidas, más allá de lo meramente fiscal. Mientras que las asociaciones y ONG son agrupaciones de personas de la sociedad civil que se unen por un objetivo común, las fundaciones pueden surgir por iniciativa de una persona, una familia, una empresa o incluso de una administración pública.

 

Teresa Campos valora la función que éstas cumplen en la sociedad especialmente en su papel como “generadoras de conocimiento y de experiencia” y como “promotoras de proyectos innovadores que pueden dar respuesta a los problemas y, sobre todo, a la causa de los mismos”.

 

La temática en que se centra una fundación es, en general, decisión del patronato de la misma, aunque, “ya desde su creación, se establecen unos objetivos concretos que delimitan las líneas donde ésta va a discurrir”, precisa Jorge Clerencia, de la Fundación Reale.

 

El ámbito en el que se centra, por ejemplo, la Fundación Endesa es la educación y la formación para el empleo para “iluminar talento”, así como el medio ambiente -al tratarse de una empresa del sector energético- y la cultura, donde “seguimos iluminando patrimonio histórico-artístico en España”, recuerda Gómez-Mújica.

 

 

Ejemplos de proyectos

 

 

Así, uno de los proyectos más recientes de esta fundación es el proyecto SAVIA, una plataforma digital para mejorar la empleabilidad de los mayores de 50 años. En España hay más de 1 millón de personas desempleadas que son mayores de 50 años y son paros, por lo general, de larga duración (una media de 4 años), aduce Gómez-Mújica. Asegura que estas personas están excluidas simplemente por una cuestión de edad, lo que a su juicio es “un problema estructural muy grave porque la final se trata de personas que tienen detrás una familia a la que soportar”.

 

Por ello lanzaron una plataforma digital -un proyecto que realizaron junto a la Fundación Más Humano, que tiene experiencia en asuntos sociales, y a Carlos Barrabés, a quien contrataron como asesor tecnológico- que les acerca a ofertas de empleo y formación segmentada sólo para ellos, así como a encuentros y a descubrir otras formas de trabajo.

 

Por su parte, la Fundación Mutua Madrileña trabaja en proyectos en ámbitos variados: desde la seguridad vial al sector educativo -a través de, por ejemplo, la reciente elaboración de un informe  sobre el ‘bullying’- o en temas de violencia de género.

 

Respecto a este último asunto, Teresa Campos destaca el “Plan de violencia”, un “programa 360” que supone una alineación prioritaria propia de la fundación y que apoya además las iniciativas de las ong que trabajan sobre el terreno para ayudar a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género, así como a sus hijos.

 

Una de las formas de asistir a estas personas es, además de con campañas de sensibilización contra el maltrato, empoderándolas mediante talleres de formación para mejorar su empleabilidad, de forma que puedan salir adelante e incorporarse al mundo laboral.

 

 

Ayuda humanitaria internacional

 

 

Desde la Fundación Reale, Jorge Clerencia pone en valor la capacidad de contribuir a la ayuda humanitaria en catástrofes naturales y otros desastres internacionales gracias a la reserva de emergencias que su fundación puso en marcha en 2010. “Desgraciadamente, la hemos tenido que utilizar todos los años, desde el terremoto de Haití, al de Lorca, el tifón de Filipinas, el ébola en África, los refugiados de Siria y el huracán de Costa Rica”, lamenta.

 

 

Voluntariado y participación

 

 

Los portavoces de estas fundaciones inciden también en la importancia del voluntariado -incluido el corporativo- así como de los participantes de los programas.

 

En el caso de Endesa, Carlos Gómez-Mújica valora el trabajo de los alumnos de  los colegios e institutos participantes en el proyecto de EcoInnovación Educativa, “un concurso en el que animamos a los alumnos a que presenten una solución innovadora que resuelva un problema de su entorno relacionado con el medio ambiente; ya sea los desechos de basura, el consumo eléctrico, la recuperación de alguna especie, etc., y las soluciones que presentan son una maravilla”.

 

También Jorge Clerencia valora la creatividad de los niños y niñas en acciones como “El Belén de tu colegio”, un certamen que se convoca cada año en los centros educativos de la Comunidad de Madrid y que consiste en que los alumnos decoren el Belén de Navidad en torno a una temática que propone la Fundación Reale. “El año pasado fue sobre la sostenibilidad y yo vi encima de un portal de Belén una placa solar, vi aerogeneradores y vi de todo”, recuerda Clerencia y anima a los colegios a participar en el concurso de este año, que girará en torno a la discapacidad.

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